martes, octubre 17, 2006

Se va el gran Matías..... :-(


Una “bombástica” información se generó esta tarde durante el entrenamiento de Colo Colo con miras a la Copa Sudamericana: Matías Fernández emigra al Villarreal de España.
La noticia que sorprendió a todo el plantel y cuerpo técnico, comenzó a gestarse con el intempestivo arribo del ejecutivo albo, Raimundo Valenzuela, a la zona que el equipo utiliza para sus prácticas.
En ese instante, Valenzuela solicita reunirse con el DT Claudio Borghi, quien tras un breve dialogo recibe una llamada vía celular, donde se le comunica el futuro del joven mediocampista del Cacique.
Tras conocer la noticia, el “Bichi” le informa al jugador y todos sus dirigidos que el hábil volante emigra a España, recibiendo las felicitaciones de sus compañeros.
El monto de la transacción alcanza a los 7 millones de euros (alrededor de 9 millones de dólares) por el cien por ciento del pase de Fernández, quien arribará al “Submarino Amarillo” a fin de año para ponerse al mando del DT nacional Manuel Pellegrini.

El cielo está más cerca

Ñublense venció a Calera y quedó subpuntero

Pese a estar ubicada en pleno Valle Central, Chillán se sitúa en estos momentos en las altas cumbres de los nevados que la circundan. Porque con el último aliento, los rojos lograron un triunfo trascendental para aspirar al ascenso directo a la primera división, con lo que el cielo quedó más cerca que nunca. Como ha sido una tónica jugando en casa, Ñublense sufrió lo indecible para quedarse con los tres puntos. Ante 12 mil personas, los rojos fueron puro nervio, entre otras cosas, porque entró sabiendo del empate de Melipilla y por el traspié que iban sufriendo Lota y Fernández Vial. Pero también, porque enfrente tuvo a un rival corajudo, que ya había complicado a los líderes y que venía dispuesto a botar a Ñublense tal como lo hizo con el elenco minero la semana pasada. Los “Diablos Rojos” pudieron desequilibrar en el primer tiempo, pero los delanteros fallaron una y otra vez en el finiquito, a lo que se sumó la sobresaliente actuación del meta calerano Luis Corvalán, que permitió mantener los guarismos, gracias a sendas atajadas, como la del inicio del partido cuando desvió un cabezazo de Villalobos y posteriormente un achique al propio goleador, tras buena habilitación de Cortés. Y aunque en la contra el volante visitante, Alejandro Durán, se lo perdió al rematar desviado a la entrada del área roja, en la última jugada Cáceres lo tuvo para Ñublense pero su remate terminó por pegarle a la malla lateral. SE INSTALA LA POLEMICA.

Tras el descanso Ñublense intentó marcar las diferencias y aumentó la presión, pero quedó expuesto al contragolpe, bien comandado por Durán, Rony Fernández y Ariel Pereyra. Nublado en ideas y bajo presión, los rojos carecieron de claridad y cayeron en el pelotazo reiterado. En eso estaban, cuando se instaló la polémica y nuevamente los árbitros pasaron a ser protagonistas. Primero, en una insólita jugada, el juez asistente levanta la banderola para denunciar una mano del propio Durán, pero que no fue sancionada por el árbitro Fredy Mandujano, quien validó la acción que terminó con un gol del calerano. Tras los reclamos de los rojos, el réferi escuchó a su guardalínea y rectificó su cobro, invalidando la conquista visitante, en medio de la celebración, desatando la furia de los cementeros. Tanto fue lo que reclamó Durán, que pocos minutos después se ganó la tarjeta roja directa. Con un hombre menos en la cancha Calera se defendió bien en el fondo, mientras que Ñublense seguía sin claridad para entrar al área. Hasta que en el epílogo, Víctor Saravia juega rápido el balón tras una falta que le habían cometido, cediéndosela a Chase Hilgembrick quien se descuelga por la izquierda, ingresa al área, centra y aparece Villalobos para anotar, en un gol que desató la algarabía de la nerviosa parcialidad local. Quedaban tres minutos y desde ahí fue todo confusión. El técnico visitante Hernán Ibarra reclamó que Sarabia no había detenido el balón tras la falta, a lo que se sumaron los caleranos que se sintieron afectados por la actuación del árbitro. Ya no quedaba nada a esas alturas, sólo el pitazo final para los abrazos rojos y llantos caleranos. Sin jugar bien y con muchas dificultades, Ñublense se encontró con tres puntos de oro en la cerrada lucha por llegar a la primera división. Y ahora el cielo quedó más cerca. Sólo hay que tocarlo..